Termalismo y el Camino de Santiago. ¿Cuál es su relación?

Termalismo y el Camino de Santiago. ¿Cuál es su relación?

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El Camino de Santiago es la ruta de peregrinación religiosa más importante de Europa y, al mismo tiempo, una de las más conocidas de todo el mundo. Numerosos caminos conducen a Santiago de Compostela, donde descansan los restos del Apóstol, y son recorridos cada año por cientos de miles de personas. Pero, ¿conocías la relación existente entre el Camino y el termalismo? Una investigación de Juan Gestal, profesor emérito de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), profundiza en la relación entre el termalismo y los diferentes Caminos, pero también en su riqueza cultural y gastronómica.

Relación entre el termalismo y el Camino de Santiago

El profesor Gestal lo tiene claro: “Es indiscutible la relación entre las aguas termales y el Camino de Santiago”. Así de categórico lo afirma en el prólogo de ‘Balnearios en los Caminos de Santiago en Galicia’, una obra que surge al amparo de la Cátedra de Hidroloxía Médica USC-Balnearios de Galicia. El propio rector de la USC, Antonio López, reconoce que el libro “pone en valor los balnearios y la hidroterapia, algo que es consustancial a la realidad de Galicia, además de tener una proyección económica, social y cultural”.

Pero, ¿dónde encontramos esa relación? El profesor Juan Gestal explicó durante la presentación de su obra que “el termalismo, al igual que el Camino de Santiago, constituye un importante patrimonio europeo a cuyo abrigo se impulsaron localidades como Caldas de Reis, Mondariz, Baños de Molgas o A Toxa, y ha dado fama a otras como O Carballiño o Tui”. Es más, reconoce que “podríamos viajar por esa Europa Termal descubriendo su importante papel histórico y cultural en el nacimiento y desarrollo del turismo a lo largo de los siglos XVIII y XIX, y en la dinamización socio-económica de las comarcas donde se sitúan balnearios y cómo estos contribuyen a la conservación y valorización ambiental de sus entornos”.

Es decir, que de la misma manera que el Camino de Santiago fue vital para que surgieran diferentes ciudades y pueblos que eran visitados por los peregrinos durante su camino hacia la tumba del Apóstol, el termalismo sirvió para que se crearan importantes núcleos de población alrededor de sus aguas termales, de las que siempre se han conocido sus beneficios para el ser humano.

Aquis Querquennis

 Termalismo y Camino, fortalezas de Galicia

Galicia es uno de los destinos turísticos más importantes de toda España y lo es por muchas razones. Por un lado, es una de las regiones que más banderas azules luce en sus arenales, por lo que el turismo de sol y playa tiene aquí una de sus mejores opciones. Por otro, la gastronomía gallega no solo es conocida, sino también envidiada por la calidad de sus materias primas y el buen hacer de cocineros y restauradores.

Pero, además, “el termalismo y el Camino son dos de las fortalezas del turismo gallego”. Así lo afirma el recién elegido presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que explica que esta comunidad autónoma es “un destino seguro, de calidad y sostenible y, en definitiva, un destino único que permite que Galicia esté de moda”. Y buena parte de la ‘culpa’ de que Galicia esté de moda se lo debe tanto al Camino de Santiago como al termalismo.

Además, el coronavirus ha hecho que muchas personas busquen un turismo diferente, en el que se buscan opciones menos masificadas y más contacto con la naturaleza y los destinos saludables. En ese entorno, los balnearios gallegos como los de Caldaria están magníficamente preparados para ofrecer tratamientos de la máxima calidad en los que relajar el cuerpo y la mente para prepararlos para el día a día.

Galicia es la primera potencia termal de toda España, gracias a una magnífica oferta en la que destacan una veintena de centros de balneoterapia que disponen de 3.000 plazas hoteleras. Además, el hecho de que casi el 70% de los establecimientos de este tipo son de alta gama, como los cuatro balnearios del grupo Caldaria (Arnoia, Laias, Lobios y Abadía), consolida a Galicia como “destino de calidad”.

Los inicios del Camino de Santiago, o de la llamada Ruta Jacobea, se remontan al año 821 con el descubrimiento de la tumba del Apóstol. Sin embargo, las aguas termales ya eran conocidas y valoradas en tiempos de los romanos, como demuestran algunos asentamientos como el de Aquis Querquennis, muy cerca de la localidad ourensana de Bande. Desde entonces, millones de peregrinos han llegado a Santiago siguiendo los pasos del rey Alfonso I el Casto, el primer peregrino, como miles de personas han viajado a Galicia para conocer las bondades de sus aguas termales, un auténtico tesoro subterráneo que esta región sigue gestionando con cariño y esmero para ofrecer el mejor servicio posible a sus visitantes.

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