Las verrugas, esos pequeños bultitos granulados que crecen en la piel, en especial en el cuello y las manos, son terminaciones sanguíneas coaguladas. Suelen aparecer tras haber estado en contacto con algún virus y son muy contagiosas: se propagan a través del tacto. Por eso, donde hay una, al cabo de entre dos y seis meses, salen muchas más.
Existen muchos remedios dentro del campo de la herbología. Uno de los más antiguos es la denominada “hierba de las verrugas” (aunque ha tenido muchos fines más). Su nombre científico es el de “Chelidonium majus” o celidonia, pero tiene muchos otros nombres, entre ellos el poético “hierba de las golondrinas” (en griego “Khelidon”).
La explicación es que aparece en los campos cuando llegan las golondrinas (a finales del invierno o principios de la primavera) y se marchita cuando estas aves se van. También hay teorías que apuntan a que el sobrenombre podría venir de que las golondrinas aplican esta hierba en los párpados de las crías para que abran los ojos y no tengan infecciones.
Es una planta herbácea perenne típica de Galicia, donde crece en zonas sombrías, húmedas y nitrogenadas. En su interior tiene un látex de color amarillento que presenta una acción antimicótica, queratólica y antiviral. Eso sí, hay que manipularlo con mucho cuidado.
¿Cómo se usa la hierba de las verrugas?
Si se aplica de forma regular, esta hierba irá descomponiendo la excreción que compone la verruga. Es especialmente eficaz en las verrugas planas, que aparecen entre los dedos de las manos, y en las plantares (en las palmas de los pies). Eso sí, tiene un poder muy grande de corrosión: por eso, solo habría que aplicar pequeñas dosis (dos o tres gotas) al día, como máximo unos 15 días.
Se recomienda extraer el látex partiendo los tallos y cogiéndolo con un bastoncito de algodón. Hay que ser cuidadoso y usar guantes en el proceso y, además, cubrir la piel que rodea la verruga con una gasa. Es muy irritante y puede causar ampollas al contacto con la piel sana. Si eso ocurre, deberías lavarte la zona con abundante agua fría.
Existe una forma más segura de usar la celidonia. Preparar una decocción de dos cucharadas por cada 250 ml de agua. Se debe hervir durante 5 minutos, dejar reposar y colar antes de aplicarla en la verruga. También sirve para ablandar callos y durezas. Hay que tener cuidado con otros usos, aunque tengan mucha tradición y evitar siempre su ingestión por vía oral: es muy rica en alcaloides y podría provocar vómitos y mareos.
«La cirigüeña, de todos los males es dueña»
En Galicia, donde se bautizó a esta hierba como cirigüeña, se dice que “de todos los males es dueña”. Se usaba como desinfectante para las manos antes de intervenir en los partos del ganado. Hay escritos que describen su uso para la bronquitis, el asma y la tos. Incluso tiene fama de curar el dolor de dientes. Sin embargo, no deberíamos tomar ningún preparado de esta hierba sin supervisión médica, ya que puede ser muy tóxica.
Como remedio tópico, también tiene muchos usos. Como cataplasmas, no resulta tan corrosiva. En la cultura gitana, incluso, se usaba para los pediluvios o baños de pies para las mujeres embarazadas. La industria farmacéutica también utiliza esta planta para distintos medicamentos con propiedades sedantes, diuréticas y antiespasmódicas.
Consejos para recoger celidonias
Es una planta muy fácil de encontrar, ya que brota en muros, en ruinas o en peñascos. Tiene raíces gruesas, tallos ramificados y con nudos y hojas grandes con abundantes pelos. Las flores son amarillas y tienen cuatro pétalos en forma de cruz. En su interior, hay una pequeña vaina alargada que contiene unas semillas ovoides y negruzcas.
Tiene un olor desagradable y encontrarás el látex en sus ramas, hojas y raíces. Este es de color amarillo anaranjado y se recomienda recolectarlo al atardecer, particularmente en verano, ya que es cuando alcanza la máxima producción de alcaloide. No debes olvidar los guantes, ya que, como te hemos contado, es muy abrasivo.
Además, hay que guardarlo con cuidado: expuesto al aire, este látex se oxida rápidamente, se oscurece y pierde propiedades. Por eso, hay que estar listos para ponerlas a secar. Se suele hacer en capas finas sobre cañizo, en lugares con una temperatura máxima de 35ºC.
La celidonia es muy eficaz para cauterizar verrugas. Aseguran que su poder cáustico puede superar al del ácido salicílico y al del ácido nítrico. Sin embargo, hay que ser precavidos: es muy corrosiva y puede causar ampollas e irritación en la piel sana. Su uso siempre debe ser tópico, ya que cualquier preparado puede ser muy tóxico si lo ingerimos.
