La ortiga (Urtica dioica) ha sido, durante siglos, una planta mal entendida. Su fama de “mala hierba” o de planta que pica ha eclipsado su enorme potencial terapéutico y nutricional. Sin embargo, en los últimos años, la ortiga ha ido recuperando su lugar como remedio natural polivalente, utilizado tanto en medicina tradicional como en la cocina y la cosmética natural.
En este post te contamos en profundidad las propiedades y beneficios de esta planta tan común como poderosa, y entenderás por qué deberías tenerla en cuenta en tu día a día.
¿Qué es la ortiga?
La ortiga es una planta perenne que crece en todo el hemisferio norte, especialmente en zonas húmedas y fértiles. Puede alcanzar hasta 1,5 metros de altura, y es fácilmente reconocible por sus hojas dentadas y sus diminutos pelillos urticantes que liberan histamina al contacto con la piel, produciendo una sensación de picor.
La ortiga es una de las plantas silvestres más completas desde el punto de vista nutricional. Entre sus principales componentes destacan:
Vitaminas: A, C, K y varias del grupo B (B1, B2, B3, B5, B6 y ácido fólico).
Minerales: hierro, calcio, magnesio, silicio, potasio, fósforo, zinc y manganeso.
Proteínas: contiene todos los aminoácidos esenciales.
Fibra y clorofila, que favorecen el tránsito intestinal y la oxigenación celular.
Compuestos activos: como flavonoides, taninos, ácido cafeico y ácido fórmico.
Gracias a esta rica composición, la ortiga ofrece una lista de beneficios que abarca diferentes sistemas del cuerpo.
Principales propiedades de la ortiga
Antiinflamatoria natural: la ortiga contiene compuestos que inhiben la producción de prostaglandinas, responsables de la inflamación. Por ello, se utiliza como coadyuvante en casos de artritis, artrosis, tendinitis o dolores musculares.
Depurativa y diurética: favorece la eliminación de toxinas a través de la orina, estimulando el trabajo de los riñones y del hígado. Es ideal en procesos de limpieza, dietas detox o cuando hay retención de líquidos.
Remineralizante: gracias a su alto contenido en hierro, silicio y calcio, la ortiga fortalece huesos, cabello, uñas y dientes. También es útil en casos de anemia, desmineralización o fatiga crónica.
Reguladora del sistema inmunitario: su acción antioxidante y su capacidad para estimular las defensas hacen de la ortiga una planta ideal para reforzar el sistema inmunológico en épocas de estrés, convalecencia o cambio estacional.
Antialérgica: curiosamente, aunque puede causar reacción cutánea al tacto, consumida en infusión o suplemento actúa como un antihistamínico natural, aliviando síntomas de rinitis, asma o alergias estacionales.
Reguladora del azúcar en sangre: algunos estudios han demostrado que la ortiga puede ayudar a reducir los niveles de glucosa en personas con diabetes tipo 2, gracias a su capacidad para mejorar la sensibilidad a la insulina.
Tónica para el sistema circulatorio: favorece la producción de glóbulos rojos y mejora la circulación. También ayuda en casos de varices o piernas cansadas.
Usos comunes de la ortiga
En infusión: las hojas secas pueden infusionarse para preparar un té altamente remineralizante y depurativo.
En cocina: cocinadas como las espinacas, las hojas jóvenes (que ya no pican al cocerlas) se pueden usar en sopas, cremas, tortillas o pesto. Su sabor es suave y vegetal.
En tintura o extracto: concentrados en gotas que se toman diluidos en agua para tratamientos específicos (dolor articular, fatiga, problemas menstruales...).
En polvo: se puede añadir a batidos, zumos verdes o cápsulas como complemento alimenticio.
Uso externo: el extracto de ortiga se usa en champús fortalecedores, tónicos para la piel o cataplasmas para dolores articulares.
¿Tiene contraindicaciones?
Aunque es una planta muy segura, se recomienda precaución en los siguientes casos:
- Embarazo y lactancia: consultar con un profesional.</span
- Personas con problemas renales o de presión arterial: puede alterar el equilibrio de electrolitos.
- Tratamientos con anticoagulantes: por su contenido en vitamina K.
- Alergia previa identificada a la planta.
Una planta humilde con un potencial enorme
La ortiga es un claro ejemplo de cómo la naturaleza nos brinda herramientas poderosas en formas que a veces pasamos por alto. Recuperarla en nuestra alimentación y botiquín natural puede marcar una gran diferencia en nuestra salud cotidiana.
En HDOSO, apostamos por redescubrir el valor de estas plantas “olvidadas” que forman parte de nuestra historia, nuestra tierra y nuestro bienestar.