Cada 28 de diciembre celebramos el día de los Santos Inocentes. Ya integrado en nuestro calendario y en nuestra cultura, aprovechamos este día para hacer algún tipo de broma a nuestra familia o amigos más cercanos. Pero, ¿sabes qué significa realmente el día de los Santos Inocentes? ¿Desde cuándo se conmemora? Sigue leyendo nuestro post para descubrir esta interesante historia.
Inocentes de Belén
Comenzamos por la parte más seria del asunto. El día de los Santos Inocentes se conmemora en recuerdo de la matanza de niños llevada a cabo por el rey Herodes I (también llamado Herodes el Grande) en Belén. ¿Te suena la historia? Sí, efectivamente estamos hablando de la Biblia. Según el Evangelio de Mateo, en el Nuevo Testamento, unos sabios de Oriente supieron de la notica de que, pronto, iba a nacer el rey de los judíos. Cuando llegaron a las tierras de Herodes (entre los años 37 y 1 antes de Cristo fue rey de Galilea, Judea, Idumea y Samaria) preguntaron a este sobre ese nacimiento. Herodes viendo que cabía la posibilidad de que su cargo se viese usurpado (al fin y al cabo era un vasallo romano) preguntó a los sacerdotes del lugar sobre este nacimiento. Estos, basándose en las escrituras le dijeron que este niño nacería en Belén y allí dirigió los pasos de los sabios de Oriente con la excusa de encontrar al niño para, posteriormente, rendirle su pleitesía. Los sabios o magos de Oriente no hicieron tal cosa ya que al llegar a Belén y encontrar a María y José tuvieron un sueño en el que eran advertidos de que Herodes quería matar al niño. El propio José tuvo dicho sueño y escapó con María y el niño hacia Egipto. Herodes, preocupado porque ese niño usurpara su trono, ordenó matar a todos los niños menores de dos años en Belén.
¿Fue realmente el 28 de diciembre?
Este hecho ocurrió hace más de 2.000 años y las fechas no siempre tienen sentido. Según lo ocurrido y lo escrito, sería el 25 de diciembre cuando Jesús nació y el 28 cuando se llevó a cabo esta matanza. Pero bien es cierto que también se dice que los sabios de Oriente visitaron Belén y a Jesús el 6 de enero. No es muy factible que María y José, siendo advertidos en un sueño, se hubiesen quedado tantos días después de que Herodes diese la orden de matar a los menores de dos años; una tarea que se suponía sencilla puesto que Belén era un lugar muy pequeño y habría, en ese tiempo, poco más de dos docenas de niños.
Más allá de estas escrituras (que ahora sabemos, que, en el caso del Nuevo Testamento llegaron a escribirse algunos siglos después de ese tiempo) tampoco se tiene constancia de que realmente este terrible suceso hubiera tenido lugar. En cualquier caso, a lo largo de la historia se ha tenido en cuenta y la propia Iglesia cristiana ha conmemorado este día en recuerdo de los inocentes, es decir, niños a los que se presuponía que, por su edad, no podían haber cometido ningún pecado.
Tradiciones de origen pagano
La parte más festiva de este día viene, como no, de la tradición pagana, más propensa a celebrar que al ‘rechinar de dientes’ del cristianismo. Desde época romana, entre los días 17 y 23 de diciembre se celebraban las Saturnales (fiesta en honor a Saturno en las que se decoraban las casas, se hacían regalos a amigos y familiares e, incluso, se intercambiaban papeles entre amos y esclavos por unos días). A raíz de estas celebraciones, en la Edad Media, comenzó a tener lugar la denominada ‘Fiesta de los locos’ o ‘Fiesta del Obispillo’. ¿En qué consistía? Con el ánimo de celebrar y de cumplir a rajatabla la premisa de que ‘todo vale’, durante esos días se ponía a un niño en el papel de Obispo. Esta fiesta, como toda buena celebración pagana, llegaba a descontrolarse de tal manera que la propia Iglesia trató de unir ambas festividades (la cristiana y la pagana) para que esta última no fuera objeto de tantas locuras.
