Cuando pensamos en aguas termales, lo típico es imaginarnos frío, niebla y piscinas humeantes. Todo muy de invierno, ¿no? Pero… ¿y si te dijera que ir a un balneario en verano también tiene sentido? Pues sí. Aunque suene raro, usar aguas calientes en pleno calor tiene su lógica y más beneficios de los que muchos creen.
En este texto vamos a desmontar algunos mitos que siguen dando vueltas y a explicarte por qué una escapada termal en sitios como Caldaria puede ser justo lo que necesitas cuando aprieta el calor.
Mito 1: “Las termas son solo para el invierno”
Falso. Las aguas mineromedicinales funcionan todo el año. En verano, de hecho, ayudan a regular la temperatura del cuerpo. Ese contraste entre el calor del aire y el del agua hace que sudes y te enfríes de forma natural. Además, son ideales para cuidar la piel después del sol: la hidratan y ayudan a regenerarla.
Mito 2: “El calor y el agua caliente cansan demasiado”
Depende. Si eliges bien la hora del día y no te pasas de tiempo, el baño termal no solo no cansa, sino que relaja y te recarga. Ayuda a que la sangre fluya mejor, baja la tensión muscular y te deja como nuevo. Ideal para después de una caminata o simplemente para desconectar del ruido. Y si sumas un masaje o una sesión de chorros, el cuerpo te lo agradecerá aún más.
Mito 3: “Tanto sudar no puede ser bueno”
Hay algo de verdad, pero no es peligroso. Sudar en las termas es parte del proceso. Así se eliminan toxinas y el cuerpo se autorregula. Eso sí, es clave hidratarse antes y después. Y en Caldaria, puedes alternar con duchas frías o baños de contraste que mejoran todavía más la experiencia.
Entonces, ¿por qué ir a un balneario en verano?
Porque los beneficios siguen ahí y se adaptan al clima:
- Relajas cuerpo y mente, algo que en vacaciones muchas veces también hace falta.
- Duermes mejor, porque el agua caliente ayuda a conciliar el sueño.
- Cuidas tu piel, especialmente si vienes de días de playa o piscina.
- Refuerzas el sistema inmune, algo que nunca está de más.
¿Cómo sacarle el máximo partido?
Unos consejos rápidos para disfrutar sin agobios:
- Ve por la mañana temprano o al atardecer.
- Quédate unos 20–30 minutos, no hace falta más.
- Hidrátate bien antes y después.
- Alterna con duchas frías o siestas a la sombra.
- No vayas con el estómago lleno. Mejor, después relájate.
Caldaria en verano: una escapada diferente
Laias, Arnoia y Lobios no solo son balnearios: están en plena naturaleza, ideales para desconectar. Además, en verano hay rutas, comida local, tratamientos especiales y actividades al aire libre que hacen de la experiencia algo más completo.
Porque cuidarse no tiene temporada. Este verano, atrévete a probar lo que nadie espera: aguas calientes cuando hace calor. Te sorprenderá. Anímate a mimar tu piel y relajarte. El bienestar termal te espera, ¡incluso con el sol de verano!